Y los veía desfilar sentada desde el parque, en una zona de oficinas de Madrid, con sus trajes de chaqueta y sus conversaciones de grandes clientes, de bolsa, de inversiones, (de esas cosas "importantes")... y ya conocía ese rango de tonalidades que van desde el marrón al gris oscuro, y ya sabía perfectamente que muchos de ellos eran así de verdad y que el resto simplemente fingían para encajar.
Y yo no quería ser como ellos. Y yo no quería volver a ser como ellos.
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