viernes, 28 de febrero de 2014

Dos mil tres


     Y sé que me quisiste desde el primer momento...pero tal vez yo tardé un poco más.

Y hubo una vez que quedamos en un aeropuerto.
Seguramente la única locura que he hecho en mi vida. La única.

Y hubo otra vez que nos despedimos en la línea invisible de un control policial.
A través del cristal las fronteras me dieron un guantazo que no creo que olvide jamás.
Y es que, ¿qué era una frontera? Apenas nada. Una frontera no era nada siempre y cuando uno tuviera un pasaporte europeo.

No fue fácil. Y sólo tú sabes, y sólo yo sé, y sólo nosotros sabemos.
Y sólo los aeropuertos, y las terminales y los besos de último minuto saben.

Y decir adiós, nunca hasta pronto, porque uno nunca sabía si iba a ser más pronto o más tarde.
Y sentir que la vida era una película de esas cutres de romances.

Y no fue fácil, y no fue rápido, y no fue sencillo, pero FUE.

Y tenemos una historia. Y ya no hay más lindes, ni más límites.
Ni divisiones, ni confines. Ni territorios, ni términos.
Ni estrías del planeta, ni aduanas, ni márgenes.

Ni ninguna de todas esas dolorosas palabras que parten.


jueves, 20 de febrero de 2014

A la deriva


     Una vez estuve a la deriva. En una Zodiac. De madrugada. Eramos siete.  La barca era de sólo cuatro plazas.
En medio de la nada se paró el motor. En Turquía. Era noche cerrada.
Mientras esperaba me consolaba pensando que a lo lejos se escuchaban vacas.
Me decía a mi misma: "se oyen vacas, no estaremos muy lejos de la costa, amanecerá en unas horas, no pasa nada".

Creo que mi problema es la angustia.
Mi eterna costumbre de nunca disfrutar el momento sin preguntarme por el mañana.
Y me he dado cuenta mirando unas fotos. Dalí y Gala.
Gente con tiempo y dedicando su vida a lo que les agrada.
Y esa podría ser yo. Pero no. La incertidumbre causa angustia. Mata.

Y hace ya mucho tiempo que no oigo vacas.


viernes, 14 de febrero de 2014

El casi-maltrato



-"Define maltrato"
-"Maltrato es cuando en vez de simplemente reprenderte por algo que no has realizado correctamente se te trata como a una mierda, con insultos y con pérdida de respeto continuada".

     Es todo lo que recuerdo de aquella reunión hace ya muchos años. En aquel momento él era jefe de mi jefe, y como todo el mundo sabe mi jefe y yo no nos llevábamos.
Solicité un cambio de puesto. Y tuvimos una reunión. Y no me atreví a contar apenas nada, (la cobardía, el miedo a perder el trabajo), pero fui lo suficientemente gráfica para decirle que el otro provocaba situaciones que rallaban el maltrato psicológico. Fuerte, ¿no?.

Bien, pues, ¿cuál fue mi premio? La recompensa fue una propuesta de traslado a 1 hora en coche de mi casa...sin contra-prestación alguna. Y dije que no. Me resigné.
Y esa es la historia de porque me pasé 6 años aguantando a un desequilibrado cuasi-maltratador-psicológico.

     Pero hace unos días el ex-jefazo de mi jefe y yo coincidimos, y él ya no es jefe de nada, y yo ya no estoy en la empresa, conversamos. Le dije literalmente que mi jefe era un cafre, insufrible.Y entre las justificaciones para venderme que era lo que hacía allí en aquel momento (no entraremos en detalles deleznables...) le dije muchas de las cosas que debí de haber dicho mucho antes.
¿Y de que sirvió? pues de nada, sólo para poder quedarme a gusto, para arrepentirme de no haber sido valiente en su momento y para reafirmar una de las cosas aprendidas en mis años de banca: No hay que tener miedo, la gente lo huele y se aprovecha, una persona sin miedo no tiene tendón de Aquiles. No hay por donde atacarla.

Y lo que no te mata te hace mucho más fuerte.
Y yo no me he muerto.
Y por eso ya no tengo miedo. De nada. De nadie.





martes, 11 de febrero de 2014

Lenceria



     La sección de lencería de una tienda suele ser de lo más curiosa. Están las chicas que van a comprar solas, con amigas y las que van con el novio. Ahhh esos novios a los que por una vez les interesan tus compras, con tal de que te pilles ese picardias (y por supuesto te lo pongas) te prestan toda la atención del mundo. ¿O no?
A los hombres les gusta cualquier tipo de lencería, que si es roja , azul o verde, da igual, que si es transparente o no, que si lleva puntillas...Hazle feliz,¡Póntela!

Hace un par de años recuerdo una pareja de veinteañeros de compras y él le decía a ella: "Te regalo algo, lo que quieras, pero no ropa interior que luego la disfrutará otro...". Toma castaña, si llego a ser ella me largo y lo dejo allí plantado. Y me voy a buscar al otro. Así de claro.

     Ayer viví otra escena de drama junto a un stand de bragas, la chavala llorando a moco tendido con un par de amigas, que si él nunca la había querido, que si nunca nadie la había querido, que si nunca nadie la iba a querer....Ay....es lo que tiene tener 16 años, la vida es un continuo drama. Y ella había perdido la virginidad con ese mismo modelo de bragas. Te cagas.

LLevo varias horas viendole la cara descompuesta, con ese sentimiento de desamparo de cuando te crees que algo como que te deje el novio es el problema más infinito del mundo mundial, de cuando te rompen el corazón por primera vez y te crees que nunca te vas a recuperar. Cuanta desolación. Y no pienso hacer ninguna coña porque momentos de desilusión como esos los hemos pasado todos. Ya se hará mayor y las desilusiones serán otras. Y serán peores, y, sin embargo, se llevarán mucho mejor.
Y ya llegará el momento en el que las cosas te rasgan, pero no te rompen.

Y me fui a casa, pensando en el horrendo modelo de bragas fosforitas que la habían hecho llorar.
Y me dije a mi misma que cuanto daño habían hecho los colores fluorescentes a la humanidad.





domingo, 9 de febrero de 2014

La vida se ha vuelto rara


     La vida se ha vuelto rara.

Hace años pensaba que a estas alturas tendría un sueldo mucho más alto, que iría liquidando anticipadamente el préstamo de mi casa, que habría visitado ya lo menos Australia y que mi vida sería una sucesión de monotonías que siempre había pensado que así debían ser.

Y hoy es otro día más. Y mañana otro lunes en el que me pongo el despertador a las nueve para no ir a ninguna parte. Y me pegunto si alguna vez la vida volverá a ser lo que era. Y ya no hago planes. Y ya no tengo ni expectativas.

Qué gilipollez sin sentido. Pasarse la vida queriendo tener tiempo libre y cuando se tiene se echa de menos estar ocupado. Pasarse la vida deseando escapar de la rutina y cuando se puede uno quisiera volver a estar encadenado.

Pues no es la vida no, somos los humanos los que nos hemos vuelto raros.



viernes, 7 de febrero de 2014

"Estar casi a punto de..."


     "Y aquella vez estuve apunto de, casi a punto de...pero me corté, pensé que sería mejor respetarte". Cenan. Parece ser que están volviendo. Ella le está explicando los motivos por los que rompió con él hace muchos años. Que luego se arrepintió. Y que la última vez que se habían visto él había estado muy distante. Él le dice eso de "aquella vez estuve a punto de...". Estuvo a punto de volver a intentarlo y no se atrevió. Pero esta noche están allí. Y se besan.

Y cuanta gente habrá en el mundo "estando casi a punto de" lo que sea y nunca lo intentan. Ya no hablamos sólo de relaciones. Hablamos de cualquier cosa o situación de la vida. "Estar a punto de, casi a punto de" y no hacer nada. Preguntarse que hubiese pasado. Lamentarse.

Pues para mi mejor un leve tropezón a ni siquiera atreverse.
Mucho mejor un moratón a la eterna incertidumbre.
Y mucho mejor llorar un poco a tener que arrepentirse.
Un minuto de valentía evita muchos años de recuerdos cobardes.
Y, creedme, una vida de cobarde es una de las mierdas más absolutamente grandes.



martes, 4 de febrero de 2014

Materni-nazis


     La vida generalmente se convierte en una sucesión de infelicidades y de "infidelidades " a uno mismo.

Seguramente querías ser otra persona, pero optaste por ser lo que los demás esperaban de ti. La vida empieza con presiones, continúa con presiones y termina con presiones.

Cuando eras joven que a ver cuando te echabas novia, cuando la tenías que a ver cuando te casabas, cuando te casabas que a ver si tenías hijos, cuando venía el hijo que a ver cuando llegaba el hermanito, cuando llegaba el hermanito, que a ver cuando hacían la comunión, cuando la hacían que a ver cuando se echaban novia, cuando se la echaban que a ver cuando se casaban....y así en bucle. Eternamente. Infelizmente.

Como en el anuncio del Cucal: "Las cucarachas nacen, crecen, se reproducen y mueren". ¿Vivimos como cucarachas?. Sí, parece ser que sí. La vida solo es juntarse, reproducirse y morir.

Bien, pues aquí una se niega a reproducirse, al menos por el momento, si a los materni-nazis les sienta mal que se aguanten. No quiero tener hijos y no sé si algún día querré tenerlos.

Y si os escuecen los ojos al leer esto es normal. Debe ser el Cucal que os está haciendo efecto :)