sábado, 28 de septiembre de 2013

55 minutos de cola.


   
     Y ahora que estoy tranquilamente en mi casa, me ha dado por recordar los 55 minutos de cola que me hicieron tragarme en la puerta de un garito en Madrid.

    Como es habitual en mi me fijo las conversaciones ajenas (sí, sí, mi famoso punto cotilla :P), y hubo un par de ellas que me llamaron la atención aquella noche. En la primera un chaval (lo digo por decir, que el mozuelo tenía cerca ya de 40) relataba un suceso a sus amigos tal que así: "pues sí, esa de allí es, !que no me vea!, una noche acabamos en su casa, y cuando nos pusimos al tema acabó todo ensangrentado, sangró más que un cerdo, se ve que era virgen!! y me fui de allí en cuanto pude tío, y claro, ni se me ocurrío volverla a llamar...".
 Al otro lado hay otro tipo de la misma quinta que presume  con un colega: "pues sí, la tal María esta , que es modelo, me tiro los trastos antes de salir con el tipo q sale ahora, y me llevo a su casa y nos pasamos toda la noche dale que te pego, y claro, después yo pasé de ella, estaba buena, pero bahh no me molan las tías así, me llamó varias veces la muy pesada..."...

Y digo yo, ¿qué clase de gente necesita hablar así de otras personas?, ¿qué tipo de felicidad o bienestar se obtiene con eso?, sea verdad o sea mentira la necesidad de presumir sólo demuestra que sois unos auténticos gilipollas. Me alegro de que "pasarais" porque fijo que ellas se merecen algo mejor.

Seguid haciendo cola chicos, que  55 minutos me parecen pocos para que os espabileis.


jueves, 26 de septiembre de 2013

Los últimos días


     Así que tras la diversión viene la obligación. Y detrás de ella la sorpresa. Al final uno no se siente obligado a algo cuando se da cuenta de cuanto lo necesitan y de cuanto quiere a esa gente que precisa de su ayuda.

Y vuelta casa, pensando en lo aprendido, entendiendo que las obligaciones no siempre son ataduras, si no más bien nudos simples que se deshacen al mismo tiempo que uno va sintiéndose enormemente gratificado.















     Termino con la famosa primera frase de Anna Karenina:  "Todas las familias felices se parecen, pero las desdichadas lo son cada una a su manera".
Y que cada uno le aplique la lectura que crea conveniente.



martes, 24 de septiembre de 2013

Universos



     Las personas son distintas, me ha llevado mucho tiempo entender que no le puedes pedir lo mismo a dos personas diferentes. O al menos que no se lo puedes pedir de la misma manera.

     Cada persona es un mundo, ¡qué digo mundo!....cada persona es un universo....and even the universes collide.






Para perdonar hay que olvidar primero.


viernes, 13 de septiembre de 2013

Sunset & white wine.


Vuelta a casa.




Breaking up by wassap.

Hubo una vez en que romper por teléfono era algo como super-fuerte, "tía, ¡y ha sido por teléfono?, ¿y no se ha dignado a decírtelo a la cara? ¡¡Qué poca vergüenza!!!"....

Y ahora ya se puede romper por wassap, fácil y rápido...y me imagino que lo que se dice entre amigas es un lamentable y lastimero  "al menos podría haberte llamado, ¡qué poca vergüenza!"...

Y los tiempos cambian. Y los modales cambian. Y la ruptura supongo que es igual de horriblemente dolorosa.