En los tiempos en que tú eras un poeta y yo ni siquiera esperaba la primavera.
Cuando tenía edad de soñar y ni lo hacía. Cuando tú tenías edad de tener los pies en el suelo y no sabías ni lo que era eso. Cuando nos conocimos.
Y ahora apenas tienes tiempo para poesías, ni para atormentarte, ni para ser totalmente desgraciado,que viene a ser todo lo mismo, que ningún escritor feliz se hizo célebre nunca.
A veces quisiera que te sintieras decaido, lo justo y suficiente para que volvieras a ser poeta. Y melancólico, lo justo y suficiente para que volvieras a ser tú mismo.
Y que te invadiera la tristeza, lo justo y suficiente para que siempre fueses felizmente infeliz a tu manera.
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