martes, 1 de octubre de 2013

Cuando se para el tiempo.

En ese sitio en el que parece que no pasa el tiempo.

Sentadas en la salita me dice: -"¿has visto como me han dejado el pelo?".
 Le digo: "claro que lo he visto, te lo corté yo, ¿no te acuerdas?".

Aunque cortar es mucho decir, la verdad es que se lo fui quitando a puñados. Maraña tras maraña que se deshacía entre mis manos. Como estopa seca que se quebraba entre mis dedos.

 No creo que me olvide nunca del día en que tuve que arrancar lo que quedaba de su pelo.

 Se le nublan los ojos como si no diera crédito, ya no habla más. Se ha vuelto a parar el tiempo y ella trata de entender como inexplicablemente ha podido olvidarse de eso.



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