Tarta al whisky

   
     Así que llegamos a un restaurante medio italiano medio spanish bastante viejuno, tanto que en la carta aún se ofrecía "tarta al whisky". La de años que hace que no veo una carta que ofrezca eso...

     Evidentemente tuve un repentino y automático flash-back con sonrisa incluida al recordar al fan número uno de la dichosa tarta: Mi abuelo.

     La tartica tenía un ritual que comenzaba por exigir que la bañasen con un chorrazo de DYC, luego había que devorarla y repelarla bien repeladita y finalmente había que pedir una pajita para sorber el whisky sobrante en el plato. ¡Toma ya!
No sé yo a cuantos camareros habrá dejado flipando con eso.

     Hace años que se fue pero me parece como si por un momento estuviesemos en un sábado cualquiera de hace mucho tiempo atrás.
Y por supuesto el Renault 12 está en la puerta, por supuesto hay sopa de primero y por supuesto él ya se ha agenciado una botellica de "reparo cartagenero".