domingo, 19 de mayo de 2013

Imperfección, celos, felicidad y libertad.

Las personas no son perfectas, hay mujeres que cuando imaginan al hombre perfecto piensan que les llevará cada día el desayuno a la cama, les enviará flores a su trabajo, las invitará de fin de semana a París...pocas te dirán de entrada  "Ehh, lo que yo quiero es una persona con la que haya química, cuyos defectos pueda soportar (y él los míos), que sea buena gente, interesante, que nos divirtamos (en tooooda situación), que me acompañe, que nos amemos y que nos volvamos locos". Supongo que habrá un idem para los hombres, pero me ocupo aquí de la parte femenina del asunto :). A lo que iba, que las personas no son perfectas, que no existe un ideal de perfección estandar y que al final lo que cuenta es que los defectos sean soportables, que se acepten y que se pueda tomar al otro con lo que nos gusta y lo que no.

Los celos están sobrevalorados, las personas celosas son inseguras, los celos son fruto de la falta de confianza. Cuando tienes una relación sana no estás controlando vidas ajenas o con quién habla o deja de hablar. Si no podeís confiar el uno en el otro es mejor dejarlo. Ni lo penseis. Los celos son autodestructivos.

Siempre te desearé que seas feliz, porque te quiero, porque me preocupo por ti. El que quiere no hace daño,y yo siempre deseo lo mejor a las personas que me importan. A la mierda las relaciones dañinas (en este caso todas: las de amigos, amantes  y amores).

La libertad. Como te quiero necesito que seas libre, como también necesito serlo yo, no soy el único pilar de tu vida, ni tú de la mía, aunque sí que eres uno importante. Necesito mi espacio como tú necesitas el tuyo. Libertad y mucho respeto mutuo en ese sentido.

¿Y a qué viene este rollo?

A que la gente suele pedirle mucho al otro sin darse cuenta de lo que ellos también hacen mal. A que odio las horteradas esas de los gestos de "amor romántico" (bombones, flores, no me quieres porque no me hiciste regalo en San Valentín) y nos olvidamos de lo importante. El amor es cosa de dos. El amor entra de golpe y te estruja el corazón pero alargarlo al final conlleva cierto esfuerzo, que no sacrificio, los sacrificios se los dejamos a la gente que no es capaz de decir "ya no te quiero, quiero dejarlo, esto se acabó". Los sacrificios se los dejo a los infelices. A los que un día se casaron "porque ya tocaba", a los que no abandonan al otro "por no estar solos". Los sacrificios son para esos que no sueñan, para los que hacer el amor es como montar un mueble del Ikea, que sí que hay que hacerlo y hay que hacerlo así, con instrucciones, siempre igual. Yo no soy de sacrificios. Yo soy más de hacer lo que me apetece, cuando me apetece y con quién me apetece, que hace años que es con la misma persona.Yo soy más de ser feliz.

A la mierda los ni contigo ni sin ti, a la mierda el no eres tú soy yo, el tomarse un tiempo. Aquí las cosas claras y el chocolate espeso.  Y no olvideis "Esforzaos mucho y sacrificaos bien poco".


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