sábado, 15 de marzo de 2014
El premio de baile
Él se le acercó, con su mujer del brazo. Habían pasado ya casi cincuenta años.
Ella no le recordaba, pero él, él le dijo textualmente que nunca la había olvidado.
Que una vez bailaron, que ella tenía 15, él 17, y les dieron un premio de baile en las fiestas de verano.
"Nuca he olvidado a la chica del baile, te reconocería en cualquier momento, en cualquier lugar", (o en cualquier vida le faltó decir)...
Su mujer lo corrobora con un: "la de millones y millones de veces que me habrá contado esa misma historia, no sabes lo famosa que eres....". Sonríe.
Amables y encantadores, con todo el cariño del mundo, el matrimonio se despide, se marchan.
Mientras tanto, ella escupe al aire un espeluznante e increíble: "qué viejo estaba ese señor, yo no me veo tan mal, por dios, está muy estropeado..." y consigue cargarse de un plumazo lo más bonito que seguramente le han dicho en años.
Y yo, que no me lo creo, que era una de las escenas más emocionantes que había presenciado últimamente...Yo me marcho, recordando eso tan típico y tópico de "no está hecha la miel para la boca del asno".
.....
Y no sé por qué me sorprendo. Está claro que los refranes populares son populares por algo....
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