martes, 7 de enero de 2014
Odio ser ama de casa
Ya sabía yo que no estaba preparada. Nunca me educaron para ser ama de casa. Y no es que se me hagan cuesta arriba las tareas domésticas, que nunca he tenido a nadie que las haga por mi, pero si que me desespera que esas sean apenas las únicas actividades del día. Pasear el trapo de un punto a otro de la casa... Poner lavadoras... Y que al final de la tarde sea casi lo único que hayas hecho. Frustrante. Desmoralizante.
Yo una vez tuve una vida. Vida que tampoco me gustaba al 100%, pero supongo que debe haber un punto intermedio entre una cosa y la otra. Lo encontraré.
Tenía otros planes. Pero no puedes pedirle a alguien que vuelva a aparcar su vida por ti. Ya lo hiciste una vez. Creo que te debo una. Una no, te debo millones. Pero supongo que esa es la más importante de todas. Ahora paciencia, sea lo que sea todo saldrá bien. Estoy aquí. Limpiando la casa y haciendo la comida, siendo la señora maruja que nunca quise ser, pero estoy aquí. Concentrándome y consolándome con que no será así para siempre.
Hay que ver qué mal sienta desperdiciar tu vida fregando cacharros... Y en este punto las fantásticas amas de casa del mundo dirán "vaya una gilipollas, ¿te crees que no hacemos nada?, ¿nuestra esfuerzo no vale la pena?". Pues hombre, me consta que ustedes trabajan muy duro...pero es que yo antes era ama de casa y curranta y apenas tenía tiempo y no me moría... No entiendo que una mujer hoy día quiera dedicarse a "sus labores". Lo siento. Es superior a mi. Que conste que no hablo de nuestras madres/abuelas, que eran otros tiempos y a la gente se la educaba de otra forma. Y que entiendo a las mujeres que dan a luz y que prefieren dejar el empleo durante un tiempo para criar de sus hijos. Pero no entiendo a esas que con 18 años ya te dicen que "son amas de casa" (aunque vivan con sus padres), ¿¿¿qué esperais de la vida???, En serio. Sois unas vagas. Así de claro.
Y tras esta explosión de mala leche, tan característica en mi, (mis estimados amig@s y familiares ya lo saben), me he quedado como nueva. Ahora toca respirar hondo, que los más de seis meses que estoy en casa me están pasando factura.
Irritabilidad que me emana por los poros, sentimiento de auto-minusvaloración, aburrimiento-crónico (a pesar de que me busco tareas/actividades/cursos de forma compulsiva) y poca paciencia. Por eso infinitas gracias a los que sí que estáis teniendo paciencia conmigo. Hacéis mas fácil las cosas.
Un abrazo. No sabéis cuanto os lo agradezco.
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