Celebrar

    Allí estaba yo, en un  restaurante de esos de tres tenedores y con mi bono del "Oferplan" en mano (evidentemente)....Un par de mesas más allá estaban ellos, tres hombres de cuarenta y algo...ejecutivos de alguna gran empresa y amigos, en plena "celebración de finiquito", según sus propias palabras. Por la conversación el que se marcha trabaja en banca, pero en algún "puesto de esos de postín", le han fichado en alguna multinacional para ser comercial de no se qué y se va a pasar las próximas semanas viajando.

    Brindan. Los camareros les hacen un poco la pelota. Otra botella de vino. Discuten de la economía en general. "¡¡Por los finiquitos!!", otro brindis. Cuanta felicidad....el sueldo de casi cinco años ha sacado el tipo por marcharse. Un abuso, una indecencia, inmoral. Pero hoy no tengo ganas ni de criticarle, sólo me imagino a mi, celebrando mi propio finiquito en la terraza de mi casa con unos panchitos y unas cuantas latas de Steinburg....que no es lo mismo, pero para mi es exactamente igual :))

Re-decorando

 

     Las láminas son de un "albúm de colorear" (para adultos, XDDDD, o al menos eso me digo yo para consolarme), regalo de una querida amiga. Coloreadas por mi misma con rotuladores, jijijiji (niña grande style).

    Los portafotos son de algunas rebajas pasadas del Zara Home, las postales son "cogidas" de algún bar en algún viaje y el teléfono lo compré en Florencia, pero aunque parezca "re-glamuroso" (o eso me creo yo) seguro que lo encontrais en cualquier chino :)))

    ¡Espero que os guste!

Canciones para supervivientes

Esta última porque seguro que la habré cantado en algún momento de perjudicamıento XDDD

Pasando

     Redescubrámonos, porque nunca en mi vida he estado tan segura de lo que quería y a la vez nunca he estado más perdida.

    Porque una vez que te has dado contra la pared mil veces ya no te caes, y si lo haces ni te importa, y si te duele sabes aguantarte y lo más importante es que al final eres tú, sin aditivos ni conservantes, eres tú como nunca te atreviste a mostrarte al mundo.

      Es la segunda vez en mi vida que "necesito encontrarme a mi misma" (yeah!! frase rancia y noña recien sacada de alguna pelí de esas de treintonas ansiosas de cazar marido), pero la primera vez eran otras circunstacias, otros motivos y hasta casi otra vida.

   Hoy no tengo más ganas de nada ni de nadie que no me haga tenerlas.

   Hoy no tengo ganas de sonrisas forzadas, ni de conversaciones de lata, ni de buenas intenciones falsas.

   Hoy por fin paso un poco más de todo y un poco menos de mi.

Sobrevivir

     Hay cosas que ocurren sólo para darte la oportunidad de escapar.

     "Tal vez sea el destino", les he dicho en un arranque de sinceridad..."tal vez sea mi última ocasión de cumplir un sueño. Los sueños hay que lucharlos". Con esa cara mezcla de sorpresa-incredulidad, abriendo los ojos y mirándome me sonríe...llevamos años viéndonos las caras todos los días, nos conocemos, sabe que me irá bien.

    Les enumero una serie de aspectos a tener en cuenta, "deberías ser abogada" me suelta....y me río, "eso me decía mi abuelo de pequeña, porque tengo muchas leyes"... se descojonan, saben que es verdad.

   Es probable que en unos días  cierre un etapa de mi vida que ha durado más de seis años. Ha sido un período de luces y de sombras, tengo ganas ya de irme...y sin embargo, a la mayoría de ellos les echaré de menos.

    "Sobrevivirás, cogerás un vuelo a alguna parte y ya no volverás", vaticina otro compañero.

     Sobreviviré. Me olvidaré de quién fui. Pensaré en quién quiero ser.

La primavera

     Y el tiempo que no pasa y los momentos que todavía no llegan y las esperanzas que parece que hibernan. Pero llegará la primavera, y pasará el tiempo y se irán los momentos, y todo será para recordarnos que lo que se va un día vuelve, que lo que vuelve es lo que ya se fue, que lo que vivimos hoy regresará pronto como el tétrico dejavu de aquellos tiempos peores o como la sombra alargada , pero siempre inigualable, de aquellos tıempos que tal vez fueron los mejores. Sigamos esperando, sigamos soñando la primavera....

Ocho años

 Varsovia, febrero 2005.

    Me acuerdo como si fuera ayer de ese control de pasaportes digno de la guerra fría en un tren de la época de mari-castaña en la frontera con Lituania (miedo es poco!!). O de aquella vez que tuve que montar una investigación policial en toda regla para demostrar que el recepcionista de la residencia me había robado (y vaya si lo demostré, declaraciones firmadas hasta por la abuela de mi compañera polaca...).

Inólvidable también el director de la misma residencia y su despacho "totally estadounidense" (bandera

La primera vez

     La primera vez que crucé el puente, aquella vez que me estampé de lleno con la ciudad, aquella gente que me acogió como una familia, aquellas noches de cervezas y estrellas en un balcón del Akdeniz, esos sueños de Sultán y pesadillas de carretera... esa mezquita al lado de la que se prostituyen los travestis,la modernidad discreta, la tradición explosiva. El mar, Asia, Europa, y lo que está en medio. Andar sin tener rumbo, tener que deshacer el camino con tres autobuses distintos.

    Sé que me repito más que el ajo, pero es lo que tiene ese sitio, cuando estás allí te fulmina, y cuando estás lejos sólo piensas en volver.
Y volveré...

Preguntas incómodas

    Aprovecha el ratito del café para soltar un "¿quién de aquí quiere irse?"...afortunadamente me pilla en otra conversación con otra persona y hago como que no le escucho. Mi compañera le contesta con un :"el que quiera irse no va a decírtelo". Tras eso intenta vendernos las ventajas del abandono cuál tendero regateador de país tercermundísta, y si no le conociera hasta le creería...pero nos conocemos ya, en su mente siempre está su único pensamiento:"él mismo", y de sus palabras deduzco lo que tiene en la cabeza: "uno que se va , uno menos como competencia".

 Que siga disfrutando de esas preguntas incómodas, que con un poco de suerte le quedan ya pocas...

Marrakesh, Essaouira, Ourika.Septiembre 2012

 Marrakesh

En un hipermercado cualquiera.

     En un hipermercado cualquiera ... parece que se acaba el mundo, hay unas colas interminables, una chica le pide al cajero salir para ir al baño, el cajero le dice que de la vuelta porque no la puede dejar pasar por ahí...es un chaval 27 ó 28 años, en todo caso no más de 30, y sin que nadie le pregunte nada me dice que: "yo soy el único que lleva el pan a mi casa, el que mantengo a mis padres, el que pago los estudios a mi hermana, si yo no trabajo allí nadie come"...además añade que "no puedo dejar que nadie salga por aquí para ir al baño, no me puedo jugar mi puesto de trabajo por eso".

Yo no quiero...

     Yo no quiero ser esa ama de casa, ni tener más meta que esperarte con la comida hecha, ni contarte lo baratos que estaban hoy los tomates en el super, ni criar hijos y dejar toda mi vida de lado.
      Yo no quiero ser esa mujer que se abandona por los demás, no quiero tardes de Sálvame, ni noches de ronquidos, no quiero levantarme cada mañana y decidir si toca hacer los baños o la cocina, no quiero hacer sacrificios, ni días en bucle, yo no quiero más no querer...

...Así que dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo...darle la vuelta al mundo...

Gotta go!!

Me he visto conociendo Tailandia, me he visto volviendo a Santander; poniendo cafés por Londres, barriendo habitaciones en París, trabajando de administrativa por 800 euros en el polígono de Alcantarilla, haciendo 2 horas de ida y vuelta al trabajo cada día en Estambul... estos últimos dias he imaginado todo eso y mucho más...y al final me da igual, todo se reduce a escapar, a no volver, a dejar... a vivir, a intentar, a probar...a soñar.

El cuento de la lechera

    Ya he empezado a soñar, a imaginar que me iba, que lo dejaba de una vez, me veía alegre escapando, olvidando, despidiéndome, dejando atrás, planeando...
    He planeado cosas suficientes para siete vidas más, he imaginado tonterías y posibles a partes iguales, he sonreido, me reído de mí...he sido estúpidamente feliz.
    Y de repente ha vuelto el miedo, me he sentido como en el cuento de la lechera...¿y si ahora se  rompe el cántaro?...y por un instante he visto la leche derramarse y evaporarse junto con mis sueños.

Bajarse los pantalones

     Hay gente que me ha pedido que me baje los pantalones, pero yo no sé. No puedo. No debo.

    Odio que me pidais eso, que me pidais que renuncie a mis principios, que me pidais que olvide lo que es justo, porque yo no sé actuar sin pensar, ejecutar sin objetar, obeceder sin rechistar. El orgullo a veces es un mal consejero pero, afortunadamente, en esta ocasión me está salvando de esclavizarme por un pedazo de pan.

   Y es que yo ya no te tengo miedo, hace tiempo que no te tengo miedo...  y ya no tienes armas contra mí.

Domingo de febrero

Viento

    El viento viene, choca contra el cristal, vuelve...parece que se lo lleva todo...parece que quiere arrancar las plantas de cuajo....llévame a mi también, arráncame a mi también...
     Llévame lejos de aquí... al lugar donde no haya más lunes, ni más comparecencias, ni más desvergüenzas.